El humano
Uno ya ha evolucionado en ciertos aspectos, lo suficiente como para constatar que está más solo que la una, pero no importa, es lo que hay. Evidencio por tanto mi error durante muchos años en los que abstraído por una y mil memeces, aceptaba cualquier cosa, con un umbral de aguante digno de encomio, con el resultado final de no tener cerca mía mas que parásitos disfuncionales en su tremenda cobardía que no la mía, si en cambio mi tremendo conformismo y abandono de mi mismo.
Hay cosas absolutas, por mucho que muchos pretendan relativizarlo todo para así no tener que mover ficha, no vaya a ser que haya que cambiar algo de nuestras aburridas vidas. Ésta certeza corre el riesgo de transformarse en un arma peligrosa dado que uno puede idealizar a Bustamante como el mejor músico de todos los tiempos. Para observar lo absoluto de algo, con carácter previo ha de discriminarse la paja del grano y no es fácil, porque el mundo feliz de Huxley en el que vivimos inmersos es la primera de las certezas, que somos un subproducto, unos esclavos de pensamiento y por tanto de obra, razón por la cual poco interés tiene lo que pensemos o hagamos.
Hay formas para enfrentarse a la verdad que ya traté con anterioridad, hasta ideé un método para la comprensión de cuan manipulados estamos, pero que obviamente ha sido obviado por todo el que se ha asomado a él. Es posible que la razón sea que cada cual ha de andar su camino, pero lo que me sorprende es que no haya ninguna transmisión de unos a otros o de una generación a otra generación de determinados hallazgos o conocimientos, en la misma medida que ocurre con la ciencia. De facto, a mi mis padres me transmitieron un buen nivel de inteligencia al que yo no he renunciado. Por ello, esta actitud de negación de la verdad por parte del vulgo, me niego a aceptar que no sea transmisible en su totalidad, por lo que perseveraré.
Mi hallazgo es uno y se resume en que no somos dueños de nuestros pensamientos y actos al estar condicionados en tal medida que carece de interés cualquiera de nuestras manifestaciones, porque hasta las que pudieran parecer generosas en gran parte de los casos no son si no otra manifestación de egoísmo con el que enjuagar nuestras débiles conciencias.
La única opción válida en mi opinión es la renuncia, renunciar a aquello a lo que podemos acceder. De hecho eso es la valentía, afrontar algo que produce miedo. Pero claro, esto se comprende cuando uno ha hecho el paso previo de desprogramarse y ser al fin un ser humano en verdad, momento tras el cual ya tienen valor muestras acciones (uno ya se desprende de aquellos logros conseguidos). También es cierto que en ocasiones se puede obrar bien aún sin saberlo, como cuando un da de beber al sediento (pasando sed el que la da posteriormente, nos ha jodido, si no vaya mérito) porque lo dice el catecismo. Lo maravilloso es hacerlo porque lo sentimos así, y mientras uno no es dueño de sus actos, de nada sirve para uno aunque pueda por casualidad serlo para otros. En la misma medida, uno sin ser consciente puede participar en el asesinato de personas en Irak porque posteriormente se repercute de su petróleo o comer carne de ternera que vive en condiciones deplorables pero cuyos filetes vienen envasados al vacío y con sello de gran calidad internacional, mientras nuestras conciencias duermen placidamente con Morfeo, por ejemplo.
Hay personas que sustentan argumentos medianamente sólidos desde la intelectualidad, que incluso creen que es suficiente con tener modales o con aprenderse el quijote de memoria, lo cual es ciertamente lastimero. A propósito de memoria, siempre creí que las personas que sabían decir mas cosas eran las mas inteligentes, cuando lo único que ocurre es que tienen una gran memoria, simple y llanamente.
Pero lo más sorprendente es que estamos rodeados de seres desalmados, para empezar uno mismo es una aberración de lo que está predestinado a hacer, porque tiene algo sobre sus hombros que no sabe para ni para que sirve. Mientras tanto miente permanentemente y a sabiendas.
De la economía o como quiera que se llame, decir que la Era del crecimiento acabó y que el decrecimiento es el futuro. El que quiera saber porqué, que se desprograme y lo verá claro, porque es muy simple dado que vivimos en un mundo finito y es inconcebible un crecimiento infinito.
Existen una serie de leyes que he podido corroborar tras mi desprogramación y que ahora enuncio, que evidentemente no serán realmente comprendidas por nadie que esté inmerso en la dinámica del mundo feliz, o como llamo ahora, de la familia filips o familia felí.
La verdad es que el panorama con el que me encuentro es poco alentador, razón por la cual estoy y me encuentro en búsqueda de personas VALIENTES.
ESTAS LEYES SON VERDADES ABSOLUTAS, que no pueden ser entendidas hasta que uno se desprograme, hasta que uno sea libre de sus condicionamientos.
-El común de los mortales vive abducido, no entiende nada pero hace por creer que si.
-Cuando observes a una persona haciendo algo mal, ten presente que antes o después te lo hará a ti.
-Cuando un ignorante te insulta, te está piropeando.
-Cuídate de los bonachones con cara de tontos, porque también te la clavarán, máxime cuando te tambalees.
-Rodéate de gente valiente, porque no siempre te mantendrás en pié y entonces mejor si estás con el que se la juega.
-Valora en algo a los sinceros, aunque no te gusten otros aspectos suyos, dado que al menos se muestran tal y como son.
-Las drogas no son si no una huída de la consciencia y su formato en ilimitado, aunque la más fuerte es la televisión.
-Deja que te engañen una vez, pero no dejes que te engañen 2 veces.
-Los locos mas que probablemente son los cuerdos
-La memoria es algo que se puede cambiar con tremenda facilidad, en eso se fundamenta la programación a la que vive el hombre sometida.
-La ignorancia es la felicidad
-Las personas harán el máximo de lo que puedan y no de lo que quieran. No saben lo que quieren pero creen que a mas posesiones mayor satisfacción.
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